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Aprendizajes escolares, aprendizajes familiares (Bangladesh)

 Rosa María Torres

Escuela primaria no-formal del BRAC - Bangladesh. Foto: BRAC

Algo que me maravilló de las escuelas rurales no-formales multigrado del BRAC en Bangladesh es su impacto familiar y comunitario.

El BRAC es una ONG, una de las más grandes de Asia. Sus escuelas primarias no-formales (3 horas diarias de clase, 11 meses al año), son un modelo escolar exitoso que tiene ya más de 50 años de vida, ha graduado a más de 12 millones de estudiantes, ha sido premiado internacionalmente y se ha expandido a otros países. Se les llama escuelas no-formales porque adoptan modalidades flexibles en muchos aspectos, diferentes a las de las escuelas formales convencionales. Son escuelas gratuitas. Uno de sus objetivos iniciales fue favorecer la incorporación de las niñas.

Cuando visité estas escuelas en los 1990s observé que se ponía gran énfasis en enseñar a los alumnos a lavarse las manos y a hervir el agua. El aula estaba llena de carteles con mensajes y dibujos alusivos. Con ayuda de la traductora que me acompañaba, le pregunté a la profesora y me explicó.

Lavarse las manos antes de ingerir los alimentos y hervir el agua que se bebe y con que se cocina son actividades cotidianas que tienen enorme impacto sobre la salud. Muchas enfermedades y muchas muertes pueden evitarse siguiendo estos dos procedimientos. Se insiste en esto a los alumnos y se les pide que enseñen estos hábitos a sus familias. Se les orienta cómo hacerlo, con ayuda de breves y sencillos materiales ilustrados. La evaluación de los alumnos y de la escuela incorpora esta dimensión de educación familiar. Hay alumnos entusiasmados que por su cuenta deciden ampliar las enseñanzas a los vecinos e incluso a toda la comunidad.

Qué diferentes serían los sistemas escolares, los currículos, las pedagogías, las escuelas, los profesores, los alumnos y la cultura escolar si esto que hacen estas escuelitas rurales, multigrado, en Bangladesh se incorporara como ingrediente y rutina propia de la escolarización.

Un sistema escolar que promueve el aprendizaje inter-generacional en temas y problemas claves relacionados con la higiene, el cuidado de la salud y el bienestrar familiar.

Una escuela que entiende su misión no solo como educar a los alumnos sino como educar a la familia y a la comunidad a través de ellos. El auténtico Aprendizaje-Servicio.

Unos contenidos elegidos y pensados no solo como currículo escolar sino como currículo ciudadano.

Una pedagogía orientada no solo a aprender a aprender sino también a aprender a enseñar.

Una evaluación escolar centrada no solo en lo que aprenden los alumnos sino en su capacidad para educar a otros.

Cuánto más relevantes y pertinentes serían los currículos escolares si tuvieran en cuenta las necesidades de la familia y la comunidad local; cuánto más realizados y socialmente útiles se sentirían los alumnos si pudieran poner lo que aprenden al servicio de su propia familia; cuántas cosas podrían niños, adolescentes y jóvenes enseñar a sus padres y abuelos mientras avanzan en su propio aprendizaje; cuánto más útil sería el sistema escolar para el bienestar familiar, el desarrollo comunitario, la superación de la pobreza, el cuidado del medio ambiente y el aprendizaje a lo largo de la vida.  

 


El gran problema de la educación en el Ecuador es que no se percibe como un problema

 Rosa María Torres

(actualizado: 29 febrero 2024)


Claudius Ceccon - Brasil


La educación concita poco interés en el Ecuador, tanto del gobierno como de la academia, el periodismo y la ciudadanía en general. Esta es una de las razones principales del problema educativo, que permanece en gran medida invisibilizado o negado.

Estudios y encuestas a nivel mundial muestran, salvo pocas excepciones, altos niveles de complacencia con la educación en cada país. Hay una sobresatisfacción, que a menudo no se compadece con las realidades y los resultados de los sistemas educativos. Esto se debe en gran parte a la falta de información, a la falta de conocimiento sobre el tema, y a la vigencia de viejas creencias y viejos marcos mentales en torno al tema educativo. La complacencia es mayor entre personas con ninguna o baja escolaridad, quienes se conforman con poco y no exigen una educación de calidad. Pero ocurre también en sectores medios y altos.

En el caso del Ecuador se agrega la desinformación en torno a la «revolución educativa» impulsada en la década de gobierno de Rafael Correa (2007-2017). Muchos ecuatorianos creen que en la llamada «década ganada» el Ecuador pasó a ser referente educativo mundial, que fue el país que más avanzó en calidad educativa según la UNESCO, que se eliminaron las escuelas unidocentes, que las escuelas del milenio pasaron a convertirse en modelo escolar universal, que Rafael Correa fue nombrado El Mejor Presidente del Mundo por Naciones Unidas. Correa y sus ministros de educación incluso anunciaron que en 2018 el Ecuador tendría "uno de los mejores sistemas educativos del mundo"


La educación ocupa uno de los últimos lugares, si no el último, en las encuestas que preguntan sobre el problema principal en el país. La educación no se considera un problema, es decir, algo de lo que hay que preocuparse y ocuparse. La economía, la política, la corrupción vienen ocupando los primeros lugares. En los últimos años, la brutal escalada de la violencia, el narcotráfico y la inseguridad convirtió estos asuntos en absoluta prioridad y preocupación. La educación ha terminado siendo un problema invisible,  lo fue incluso en la pandemia del COVID-19 y el confinamiento (2020-2021), y sigue siéndolo ahora en medio de tanta crisis. La que aparece de tanto en tanto como problema es la educación superior, a raíz de las pruebas de admisión, del presupuesto y de recortes presupuestarios, y del insuficiente número de cupos en las universidades públicas y en las carreras más demandadas.


CEDATOS, 2017-2019


La sociedad ecuatoriana no percibe la educación (la falta de educación o la mala educación) como un problema que está detrás de muchos de los grandes problemas nacionales: desnutrición crónica infantil, embarazo adolescente, corrupción, violencia, intolerancia, autoritarismo, machismo, racismo, homofobia, xenofobia, desempleo, mala alimentación, obesidad, mala calidad de la política, problemas ortográficos, falta de lectura, dificultades para argumentar y debatir, etc.

La lectura es tema problemático. A nivel de opinión pública viene siendo tratado esencialmente como que "el Ecuador no lee", pero el problema es mucho más complejo y tiene raíces en un sistema educativo deficitario que no enseña a leer y a gustar de la lectura. 

La Encuesta de Hábitos Lectores, Prácticas y Consumos Culturales (2022) reveló que 7,4% de los ecuatorianos, es decir más de un millón de personas, no lee en ningún formato. En el área urbana las personas que no leen representan un 6,5%, y en las áreas rurales un 9,5%.

Es más bien reciente la preocupación con la lectura en el ámbito escolar. En 2019 el Banco Mundial empezó a hablar de «pobreza de aprendizaje», entendida como porcentaje de niños y niñas de 10 años de edad que tienen dificultad para leer comprensivamente un texto corto adecuado para su edad. El Ecuador apareció como un país con alta «pobreza de aprendizaje» ("Ecuador: Learning Poverty Brief", Learning Poverty Briefs, Banco Mundial, 2023):

en
2018: 61% 
en 2019: 63% (12% peor que el promedio regional)
en 2021: 63%
en 2022: 66%

Esto, a pesar de que el 98% de los niños y niñas en edad escolar va a la escuela y solo 2% no lo hace (2019-2022).

En definitiva, los problemas de enseñanza y aprendizaje de la lectura en el medio escolar son anteriores a la pandemia y el confinamiento; éstas solo lo agravaron.

Los niveles de alfabetismo digital son bajos. En el PIAAC (población de 16 a 65 años) el Ecuador obtuvo los más bajos niveles en resolución de problemas informáticos. Solo 5.2% de los adultos obtuvo puntajes altos (niveles 2 y 3) (OECD/INEVAL, 2019; OECD, 2019). Si bien el uso de redes sociales es alto, pocos usan las redes y el Internet para obtener información o continuar formándose por su cuenta. Apenas 3.97% de los ecuatorianos usa las redes para buscar información sobre salud y 9.09% para buscar información relacionada con educación. Estos porcentajes están entre los más bajos en América Latina (CAF/CEPAL, 2020).

El paradigma del Aprendizaje a lo Largo de la Vida, propuesto por la UNESCO como paradigma para la educación y los aprendizajes en el siglo 21, no ha sido adoptado en el Ecuador como enfoque para la política educativa desde el Ministerio de Educación y desde los múltiples entes estatales y no-estatales vinculados a la educación, la capacitación, la formación y los aprendizajes de niños, jóvenes y adultos dentro y fuera del sistema educativo. Persiste la desvinculación entre educación y cultura, educación y trabajo, educación y medios de comunicación, educación familiar, comunitaria y escolar, así como la fragmentación y descoordinación de las entidades gubernamentales y no-gubernamentales que promueven educación y aprendizajes a lo largo de la vida.

Estudios y evaluaciones sobre la situación de la educación escolar en el país, en la región y en el mundo pasan desapercibidos para la sociedad ecuatoriana. Pocos medios se ocupan de ellos y analizan la información en profundidad. Así ha acontecido, en los últimos años, con los resultados de la prueba PISA-D coordinada por la OCDE (aplicada en el Ecuador en 2017), la cual reveló bajos desempeños (bajo el nivel 2) de los estudiantes de 15 años en las tres áreas evaluadas en PISA: lectura (51% obtuvo bajo desempeño), matemáticas (71% obtuvo bajo desempeño, y 89% de los estudiantes pobres), y ciencia (57% obtuvo bajo desempeño). Así ocurrió también con los resultados del Cuarto Estudio Regional Comparativo y Explicativo ERCE (aplicado en 2019) del Laboratorio Latinoamericano de la Evaluación de la Calidad de la Educación coordinado por la UNESCO.

Los ecuatorianos duermen tranquilos no sabiendo - o sabiendo - que los estudiantes de primaria y secundaria tienen graves problemas con la lectura, la escritura y la matemática, que la diferencia de desempeño en lectura entre planteles públicos y privados es un año de escolaridad una vez controlado el factor socio-económico, y que la brecha de desempeño en lectura es una de las más altas de la región (60% de los estudiantes en planteles públicos tiene bajo desempeño en lectura en comparación con 27% de los estudiantes en planteles privados).

La llamada «crisis global de aprendizaje» resaltada por los organismos internacionales desde 2014 es prácticamente desconocida en el Ecuador. Tampoco tuvo eco la alerta de la UNESCO en 2021 en torno al estancamiento de la región desde 2013 en calidad de la educación, a partir de los resultados del ERCE: "Los datos del ERCE 2019 nos indican que la región se encuentra prácticamente estancada en niveles de logros de aprendizajes muy bajos. Esto pone a una generación entera en riesgo de no poder desarrollar su pleno potencial. Las medidas y reformas educativas para mejorar los aprendizajes desde los años más tempranos de escolaridad no pueden seguir esperando y deben ser priorizadas". Y no se ha registrado el estudio sobre la crisis global de aprendizaje divulgado en febrero de 2022, el cual concluye que la matrícula escolar creció notablemente a nivel mundial entre 2000 y 2015 pero el aprendizaje se ha mantenido estancado en todas las regiones del mundo.

El Ecuador es uno de los países en la región que tuvo las aulas cerradas por más tiempo a raíz de la pandemia (más de dos años). No obstante, el asunto no tuvo la preocupación y el sentido de urgencia que habría sido de esperar. Los sucesivos anuncios de apertura de las aulas fueron recibidos con temor y resistencia por muchos padres de familia y por las organizaciones docentes. La oficina de UNICEF en el Ecuador insistió permanentemente en la importancia de la reapertura. En diciembre de 2021 Guillermina Tiramonti, en Argentina, se lamentaba que "La educación sigue sin importarle a nadie en nuestro país". En el Ecuador no solo existe negacionismo sino que éste no se cuestiona.

Tomado de: Banco Mundial, UNICEF, UNESCO, Dos años después: Salvando a una generación, Washington D.C., junio 2022.

La educación no existe como problema en el presente ni como expectativa de otro futuro posible. La consulta en línea sobre cómo podría ser la educación en el futuro, organizada por el Ministerio de Educación en marzo de 2021, con aulas todavía mayoritariamente cerradas, dejó pocos insumos y resultados descorazonadores. Preguntados sobre cómo quisieran que sean sus planteles educativos, los estudiantes ecuatorianos básicamente aspiran a mantener lo que tienen. La chatura de las expectativas refleja la chatura de la educación que reciben y la chatura (o llana ausencia) de la conversación nacional sobre el tema educativo.

El artículo "Los 10 retos de Ecuador en 2022" de la Agencia EFE (30/12/2021) fue reproducido a inicios de 2022 por varios medios ecuatorianos, entre ellos Ecuavisa y diario Expreso. "Reducir sustancialmente la pobreza después de tres años de grave crisis económica y llegar al Mundial de Catar se perfilan como los dos grandes retos de Ecuador en 2022, cada uno en su propia dimensión pero ambos convertidos en símbolo de un nuevo renacer. Estos son los mayores desafíos para el nuevo año".

7 de febrero 2022. Inició el retorno obligatorio a clases presenciales de los estudiantes de Básica Superior y Bachillerato, así como de los estudiantes que asisten a planteles unidocentes, bidocentes y pluridocentes en la zona rural. Siendo un evento tan esperado y tan importante para millones de familias y estudiantes, éste pasó relativamente desapercibido en los medios y en las redes sociales, después de varios anuncios fallidos.

14 de marzo 2022. Más de 1 millón 800 mil estudiantes de la Sierra y la Amazonía volvieron a clases presenciales. Pero el país estaba ocupado en otras cosas: el último pleito del congreso (Asamblea Nacional), el fútbol, la escalada de la guerra en Ucrania, el aumento del precio de la gasolina a consecuencia de la guerra, etc. Las portadas de algunos de los principales medios escritos del Ecuador - El Universo, Expreso, La Hora - ni siquiera registraron la noticia del regreso a las aulas. El Comercio fue el único que le dedicó gran espacio en la portada.



6 de mayo 2022. Volvieron a las aulas 2 millones 400 mil estudiantes de más de 9 mil planteles fiscales, fiscomisionales, particulares y municipales del régimen Costa y Galápagos, completándose así el retorno a la presencialidad de todo el alumnado del país.

13 de junio 2022. A poco más de un mes de haberse universalizado el retorno a las aulas, después de dos años de cierre, la CONAIE (Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador) inició un paro nacional indefinido que obligó nuevamente a cerrar los planteles educativos en todo el país. Se calcularon las pérdidas económicas ocasionadas por los 18 días que duró el paro, el aumento del riesgo país, etc., pero nadie estimó los costos educativos de esta nueva paralización.

La educación fue uno de los 10 puntos del petitorio planteado por la CONAIE al gobierno. En país racista, de enorme desigualdad social y educativa, que perjudica de manera especial a los indígenas, la preocupación planteada por la CONAIE en su petitorio fue el acceso a la educación superior y el mejoramiento de la infraestructura educativa.


■ En el marco de la campaña electoral para la segunda vuelta de la elección presidencial (sep. 2023) la encuestadora Comunicaliza indagó las percepciones ciudadanas en torno a diversos asuntos: justicia, salud, policía, infraestructura pública, igualdad de género y derechos de las mujeres, y educación. Sólo el 6,5% cree que la justicia es confiable y 12,9% cree que el sistema de salud proporciona un acceso equitativo y de calidad. ¿Consideras que la educación pública en Ecuador ofrece oportunidades de calidad para todos los estudiantes? 30.9% responde que sí. Esto, como hemos visto, no responde a la realidad.

■ 9 enero 2024. El gobierno de Daniel Noboa, posesionado en dic. 2023, declaró Conflicto Armado Interno en el territorio ecuatoriano, guerra abierta contra las bandas narcoterroristas que han venido tomándose el país en los últimos años y aterrorizando a la población. El Ejército tomó el mando y la Policía pasó a ocupar un segundo lugar. Las clases volvieron a suspenderse visto el alarmante clima de inseguridad, los asesinatos cotidianos y el creciente reclutamiento de niños y jóvenes por parte de las bandas delincuenciales. El "retorno a la virtualidad" volvió a prescribirse en esta segunda pandemia y el "retorno a la presencialidad" volvió a anunciarse de manera progresiva por parte del ministerio de educación y la SENESCYT. Una vez más, los más perjudicados los más pobres y vulnerables. Una vez más, como en la pandemia, la "virtualidad" como recurso ante la emergencia y campo abierto a la improvisación. Nuestro llamado a reactivar y transformar la educación, a no dejarnos atrapar por lo urgente y por el corto plazo, no encontró eco.  

¿Qué aprendimos de la pandemia y del confinamiento en términos educativos? ¿Qué lecciones nos dejó el recurso a la tecnología, el tránsito de la presencialidad a la virtualidad, el papel y las necesidades de los docentes y de los padres de familia, de las escuelas y de los hogares en estos improvisados ensayos y en estas nuevas realidades? ¿Qué aprendimos sobre lo que es preciso hacer y cambiar en educación, tanto en el sistema educativo como en el hogar? ¿Cuál es la «nueva normalidad» que necesitamos y podemos construir para esta maltratada educación ecuatoriana? En medio de y a pesar de los acuciantes problemas nacionales nos debemos la oportunidad de repensar los futuros de la educación y de los aprendizajes de nuestros niños, jóvenes y adultos, dentro y fuera de las aulas.

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Ikigai: Qué me gusta, para qué soy bueno, cómo puedo ser útil

 Rosa María Torres

"No pienses en quién quieres ser sino en qué quieres hacer".
"Trabaja tan duro y tanto como puedas en las cosas que te gustan" .
Richard Feynman



El ikigai es la motivación para levantarse cada mañana, una razón que da sentido a la vida. Todos podemos encontrar nuestro ikigai; se trata de buscarlo en las distintas etapas de la vida.

En su libro Encuentra tu elemento. El camino para descubrir tu pasión y transformar tu vida (2013)
Sir Ken Robinson habla de esto. Cómo descubrir los talentos personales que todos tenemos y convertirlos en opciones de vida. Muchos jóvenes y adultos terminan estudiando o trabajando en cuestiones que no les gusta o en las que se sienten incómodos, sin llegar a descubrir y desarrollar sus talentos.

Cuatro preguntas para buscar el ikigai

Ikigai es un concepto japonés. Combina las palabras ikiru, que significa «vivir» y kai, que significa «la realización de lo que uno espera». Así pues, ikigai es «la razón de vivir» o «el propósito de vida».

Cuatro preguntas confluyen en el ikigai

1. ¿Qué me gusta?
2. ¿En qué soy bueno/buena?
3. ¿Qué necesita el mundo y qué puedo aportar yo?
4. ¿Es esto algo por lo que puedo conseguir un ingreso? 

Yo agrego una quinta pregunta adosada a la pregunta 2: ¿Dónde y cómo puedo aprender?. Porque no todo se aprende en los libros y en las aulas. Aprendemos jugando, trabajando, leyendo, escribiendo, observando, enseñando, investigando, conversando, debatiendo, viajando, resolviendo problemas.
Quienes consiguen que estas cuatro preguntas se alineen  en su vida, son muy afortunados. En realidad, quienes tienen la posibilidad de elegir ya son afortunados. La mayoría de personas en el mundo, sobre todo los pobres, no tienen esa posibilidad. 

▸ La mayoría de personas no reflexiona sobre estas preguntas. Muchos jóvenes y adultos eligen un campo de estudio sin suficiente información, sin suficiente conocimiento de sí mismos y sin suficiente reflexión. Muchos se guían por aquello en lo que creen que pueden conseguir un empleo y un ingreso. Muchos, hoy en día, acumulan títulos en un vacío de experiencia laboral, desestimando el valor formativo del trabajo y de la experiencia.  

Cada persona es única en sus gustos, vocaciones y talentos. Que algo llegue a entusiasmarnos e incluso apasionarnos como objeto de aprendizaje y de conocimiento tiene que ver con diversos factores y estímulos, desde la primera infancia. La familia juega un papel clave. Un profesor o profesora que no solo enseña sino que inspira, un libro que enciende el deseo de leer, una película, una charla, un viaje, pueden dejar huella por el resto de la vida.

Todos tenemos talentos; se trata de descubrir cuáles son, mejor si desde la infancia. Nunca es tarde para cultivar un talento. Muchas personas descubren o pueden desarrollar plenamente su ikigai en la vida adulta. José Saramago, Premio Nobel de Literatura, nació en una familia campesina y debió abandonar el colegio, entrar a estudiar cerrajería a los 12 años y trabajar como cerrajero mecánico desde los 15 para ayudar a su familia. Apasionado lector desde la infancia, empezó a escribir a los 25 años pero no fue sino a los 58 que pudo dedicarse de lleno a la escritura. 

Todos podemos hacernos buenos en algo si ese algo nos gusta y trabajamos en ello. Hacerse bueno o muy bueno en algo implica aprendizaje permanente, teoría y práctica, mucho esfuerzo y dedicación.  

Ser socialmente útil produce gran satisfacción y es parte muy importante de la realización de toda persona. El mundo empieza con la propia familia, con la comunidad o el barrio en que vivimos, con la naturaleza que nos rodea, con el país que nos vio crecer o que nos acoge. Si podemos obtener un ingreso por trabajar en algo que ayude a resolver algún problema de la localidad o de la humanidad, por pequeño que éste sea, podemos considerarnos privilegiados.

▸ Muchas veces el ikigai no tiene o tiene poca relación con el trabajo. En una encuesta realizada en Japón solo 30% de los encuestados mencionó el trabajo como su ikigai. Encuestas a nivel internacional muestran que muchas personas consideran que eligieron mal sus estudios y sus oficios. Muchos logran convertir su vocación en un hobby, en una opción complementaria que les ayuda a mantenerse motivados. En todo caso, nunca es tarde para empezar otras carreras y considerar otras opciones laborales.

No hay un solo ikigai para siempre. Las personas cambian a lo largo del tiempo, y cambian asimismo las realidades y las circunstancias. Podemos llegar a tener varios ikigais a lo largo de la vida. Se trata de un proceso permanente de búsqueda y autodescubrimiento.

Okinawa, una isla remota en Japón, es una zona azul, una de las áreas del mundo en las que la gente vive más de 100 años (Ver en Netflix la serie "Vivir 100 años: Los secretos de las zonas azules"). Entre las razones de su longevidad las personas mencionan la comida (una dieta saludable, en gran medida basada en plantas), el hara hachi bu (comer hasta estar satisfecho en un 80%), la actividad física, la socialización y, de manera especial, los amigos (moai: un grupo social, una red de apoyo), mantenerse mentalmente activo, cultivar la espiritualidad, y encontrar el ikigai.

Ikigai para elegir estudios, carreras, futuros

El ikigai puede ser una herramienta útil cuando tomamos decisiones importantes como qué estudiar, qué carrera elegir o qué trabajo buscar.

Adolescentes y jóvenes se ven forzados a hacer elecciones claves de vida - estudios, carrera, trabajo - a una edad en que no están preparados para hacerlo. La abundancia de opciones de estudio y de trabajo hace cada vez más difícil elegir. No debería sorprender las altas tasas de abandono que se dan en los primeros años de la universidad. Las consecuencias de una mala elección de carrera son muchas, incluyendo pérdida de tiempo, desperdicio de recursos, y mal uso de oportunidades que podrían ser aprovechadas por otros. Hoy es bastante frecuente que se termine trabajando en algo que no tiene nada que ver con lo que se estudió. 

Una adecuada y oportuna orientación vocacional puede ser de gran ayuda, pero la mayoría de estudiantes no la reciben y aún ésta es insuficiente para tomar decisiones razonables no solo desde el punto de vista de la información sino de las emociones, las vocaciones y los talentos. 

En estas situaciones el ikigai ofrece una vía reflexiva, integral y personalizada para ayudar a tomar decisiones. Es un ejercicio de introspección y autodescubrimiento que puede hacerse solo o con otros y que puede ser facilitado por personas con conocimiento y experiencia en el tema.

Atendiendo en consulta a jóvenes y a familias he visto vivencialmente la complejidad de las situaciones y decisiones que enfrentan para elegir un campo de estudio y/o de trabajo.

A menudo, las opciones están condicionadas a puntajes obtenidos en exámenes, los cuales difícilmente captan lo que las personas son y son capaces de ser y hacer.

Hay adolescentes y jóvenes que responden a la historia familiar o a los deseos implícitos o explícitos de los padres. Otros eligen una carrera a partir del menú conocido de carreras convencionales (abogacía, medicina, administración de empresas, etc.). Otros se guían por «modas» que circulan en la sociedad sin la necesaria explicación o fundamentación. El prejuicio contra las carreras técnicas y tecnológicas, consideradas de menor valor y prestigio que las carreras académicas, limita lastimosamente su elección. La oferta de becas lleva a menudo a embarcarse en ámbitos que no se elegirían si no fuera por la presión de aprovechar la beca.

Muchos jóvenes descartan una vocación artística para evitar confrontaciones familiares. La idea de que "los artistas se mueren de hambre" está arraigada en sociedades que no valoran la cultura y las artes ni las consideran una fuente legítima de trabajo y de subsistencia. La cantidad de artistas frustrados que no han tenido oportunidad de poner a prueba sus vocaciones y talentos artísticos, es enorme.

A menudo las opciones de estudio se sopesan a partir de consideraciones en torno a la empleabilidad. Informes mundiales, regionales y nacionales indican cada tanto cuáles son las profesiones u oficios en los que se puede conseguir trabajo hoy o en un futuro cercano. Se afirma que muchas de las profesiones u oficios que se estudian hoy desaparecerán en pocos años o serán asumidos por máquinas o por la inteligencia artificial, lo cual siembra incertidumbre y ansiedad adicionales. Muchos jóvenes se arriman al mundo digital o al emprendimiento como soluciones salvadoras.

Es importante tomarse en serio la reflexión y la decisión acerca de qué estudiar, dedicarle tiempo, investigar, poner por escrito las ideas y, de ser posible, compartir el proceso de búsqueda con otros.

El llamado interior (qué me gusta) termina teniendo a menudo poco peso en la elección de una carrera. La autovaloración (para qué soy bueno) genera muchas veces inseguridades antes que certezas. A la larga terminan imponiéndose las valoraciones económicas, sobre todo entre jóvenes provenientes de familias que no pueden darse el lujo de explorar diversas carreras.

Personalmente, me considero una persona afortunada en cuanto a oportunidades, opciones y decisiones de vida. Estudié Psicología, Educación y Lingüística en la universidad. Mis primeros trabajos, a partir de los 18 años, fueron como guía turística, guía en un museo arqueológico y profesora de inglés. Los idiomas me han abierto enormes puertas. Profesionalmente he hecho siempre lo que me gusta y he descartado aquello que no me hace feliz o no va conmigo. Mi familia ha sido aliado y estímulo antes que traba. Conozco de primera mano el privilegio de padres habilitadores: mi papá me enseñó a leer y escribir, y mi mamá alimentó mi fascinación con el aprendizaje y con la lectura durante la niñez y la adolescencia. Estudié música, violín y ballet en la adolescencia. Defiendo y disfruto el aprendizaje a lo largo de la vida. Tengo hijos artistas, dedicados respectivamente a la música y el teatro. He podido tomar decisiones autónomamente, equivocarme y rectificar en libertad. He dedicado mi vida a la educación. Leo y escribo de manera permanente (lo que me produce enorme placer, desde la infancia), investigo, enseño, viajo, doy conferencias, asesoro a muchos niveles (gobiernos, organismos internacionales, organizaciones sociales, instituciones educativas, familias, estudiantes), soy activa en las redes sociales, tengo un blog, y he podido hasta hoy vivir de lo que hago. Me he permitido siempre hacer muchas cosas de manera gratuita, por el placer de hacerlas. Descubrí mi ikigai cuando niña, lo he venido desarrollando en la vida adulta y hoy me sirve para ayudar a otros a encontrarlo.

A continuación unas cápsulas tomadas de mis notas de consulta en el Ecuador.

Joseph (17) dice que no le gusta leer. Ha logrado pasar los años con pobrísimas habilidades de lectura. Es el primero en su familia que aspira a estudiar en la universidad. Quiere seguir administración de empresas. Le digo que estudiar en la universidad implica leer y escribir mucho. No ha recibido ninguna orientación ni en su colegio ni en su casa.

Sebastián (18) cursa el último año de bachillerato. Seguir estudiando no está en sus planes. Le pregunto qué quiere hacer después de graduarse en el colegio; dice que quiere ser empresario. Un profesor en el colegio les alienta a crear su propio emprendimiento. Sebastián se imagina a sí mismo yéndose a EE.UU., creando un emprendimiento, organizando sucursales y haciendo mucho dinero. Finalmente, se metió a estudiar Turismo, terminó la carrera y luego él y su mamá migraron a Italia.

Carlos (35) siempre quiso dedicarse a la música pero finalmente estudió Comunicación para complacer al padre. Se considera un artista frustrado. Ahora ha encontrado en el teatro una oportunidad de realización personal. Trabaja en publicidad para asegurarse un ingreso. Ha logrado partirse en dos y resolver así su dilema, como tanta gente.

Marisa (22) quiere ser escritora e irse a estudiar en Buenos Aires. Vino a verme con sus padres, pues ellos se oponen. Ella hizo un préstamo y se fue. Lo último que supe de ella es que está contentísima asistiendo a talleres y tertulias, escribiendo guiones para teatro, armando un periódico barrial...

Ruth (16) quiere ser abogada. Le pregunto si su decisión está condicionada por sus padres, ambos abogados. Preparé una plantilla de ikigai y le pedí que la llenara. La repasamos juntas. El ejercicio le sirvió. Nunca se había planteado siquiera otras opciones.

El cerrajero de mi barrio (42) ama su oficio y considera que es bueno en lo que hace. Ahora quiere avanzar y entrar a la universidad a estudiar ingeniería. Le explico el ikigai y le aconsejo entrar a una carrera corta, técnica o tecnológica. Me agradece. Tomó el examen de ingreso, aprobó y se apresta a inscribirse en una carrera tecnológica.

Para saber más
- "¿Es este concepto japonés el secreto para una vida larga, plena y feliz?", Foro Económico Mundial, 2017.
https://es.weforum.org/agenda/2017/08/es-este-concepto-japones-el-secreto-para-una-vida-larga-plena-y-feliz/
- Héctor García y Francesc Miralles, Ikigai: los secretos de Japón para una vida larga y feliz, Uranio, 2016.

- Bradley J., Willcox, Bradley, Craig, Suzuki, Makoto, The Okinawa Way: How to Improve Your Health And Longevity Dramatically, Penguin Books, 2018.  
- Kate Whiting, "Want to live a long, healthy life? 6 secrets from Japan’s oldest people", World Economic Forum, 29 Sep. 2021
https://www.weforum.org/agenda/2021/09/japan-okinawa-secret-to-longevity-good-health?utm_source=twitter&utm_medium=social_scheduler&utm_term=Ageing+and+Longevity&utm_content=27/10/2021+05:00
- Okinawa Centenarian Study (OCS) https://orcls.org/about


Textos relacionados en OTRAEDUCACION

¿Por qué la invisibilidad del aprendizaje y la educación de adultos (AEA)?


Rosa María Torres


Texto de mi conferencia en la Cátedra Abierta Latinoamericana y Caribeña
UNAE/DVV Internacional, 25 julio 2021

La educación de adultos atiende a personas mayores de 15 años y adopta distintos objetivos, contenidos y modalidades. Los ministerios de educación suelen tener un departamento o una sección dedicada a este asunto; educación y capacitación de adultos se hace en verdad en la mayoría de ministerios. No obstante, ésta suele estar invisibilizada y cuenta con presupuestos irrisorios. Sigue siendo "la Cenicienta de la educación". No solo en los 'países en desarrollo'; también en los 'países desarrollados'.

A menudo, la educación de adultos ni siquiera se visualiza como parte del sistema educativo. Los perfiles y planes educativos de los países con frecuencia se olvidan de ella; mencionan solo a niños, adolescentes y jóvenes. Esto sucede también en informes y estudios de organismos internacionales.

La educación de las personas adultas prácticamente no fue tema durante la pandemia del COVID-19 y el cierre de las instituciones educativas en todo el mundo. La preocupación con el cierre de las aulas, la falta de conectividad y de condiciones para dar continuidad a la educación escolar se centró en los niños y en las escuelas. Las estadísticas de alumnos fuera de las aulas, que no regresan a clases, que no tienen acceso a Internet, se refieren a niños y adolescentes. Las reflexiones y discusiones acerca del futuro de la educación post-pandemia se han centrado en la infancia, en la escuela y en las tecnologías, así como en la educación superior.

Todo esto a pesar de que:

a) se conoce la importancia de la educación de padres y madres para el bienestar de la familia y de los hijos, para su educación y desempeño escolar. Dicha importancia está documentada en numerosas investigaciones y evaluaciones en todo el mundo;

b) se menciona cada vez más el Aprendizaje a lo Largo de la Vida (ALV);

c) el Objetivo de Desarrollo Sostenible 4, dedicado a la educación, habla de "Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje a lo largo de la vida para todos";

d) la UNESCO ha propuesto ampliar el concepto de inclusión más allá de la discapacidad e incluir todos los factores de discriminación educativa, entre ellos edad, género, identidad étnica, situación socioeconómica, discapacidad, ruralidad, situación migratoria, privación de libertad, etc. (Ver "Inclusión y educación: Todos sin excepción", Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo 2020, UNESCO, París).


¿Por qué la continuada invisibilidad de la educación de adultos?


Destaco aquí varias cuestiones que contribuyen a dicha invisibilidad, las cuales hacen parte del 'sentido común' de la educación ampliamente arraigado en la población e inclusive entre educadores y personas consideradas expertas en el tema educativo  - y que contribuyen a dicha invisibilidad.

■ Asociación educación = infancia y 'edad escolar'

Tradicionalmente se asocia educación a infancia e incluso derecho a la educación y aprendizaje a infancia. No obstante, el derecho a la educación y al aprendizaje abarca a niños, jóvenes y adultos. De hecho, la mayoría de constituciones mencionan la educación de adultos y la mayoría de países ofrece programas de educación, capacitación y formación de personas adultas.

Abundante nueva investigación disponible reitera que toda edad es buena para aprender, que - con la debida motivación y dedicación de tiempo - las personas pueden aprender casi cualquier cosa hasta edades avanzadas.

■ Asociación educación = educación formal

La palabra educación evoca sistema educativo, es decir, educación formal. Muchos asumen que la educación - ¡incluso el aprendizaje! - empieza el primer día de escuela. La política educativa es usualmente política escolar y las propuestas de reforma educativa son esencialmente propuestas de reforma de la educación escolar.

Pese a todo lo avanzado en estas décadas en el tema educativo, sigue siendo difícil concebir que no hay educación sino educaciones, dentro y fuera de las aulas, en el hogar, en la comunidad, en la biblioteca, en el trabajo, a través de los medios, del arte, del Internet, etc.

La pandemia contribuyó a visibilizar la importancia del hogar como espacio de aprendizaje y la importancia de aprender al aire libre, en movimiento y en contacto con la naturaleza.

■ Invisibilización de la educación y los aprendizajes en el hogar y en la comunidad

El aprendizaje inicia con el nacimiento; los primeros aprendizajes se dan en el hogar. No obstante, esto pasa desapercibido ante la primacía del sistema escolar. Se afirma que "los padres son los primeros educadores" pero en los hechos no se reconoce el papel clave que juegan padres y madres en el cuidado, protección y educación de niños y niñas, especialmente en la primera infancia, la edad más importante de todas. Pese a la creciente evidencia disponible, no se reconoce el impacto que tiene la educación de los padres sobre la educación, el aprendizaje y el bienestar de los hijos. Si esto se reconociera, se daría gran importancia a la educación de los progenitores. Como se señala, la educación de un niño empieza 20 años antes de nacer.

Se pasa generalmente por alto, asimismo, el valor educativo de la comunidad y los aprendizajes que se hacen en la convivencia comunitaria, desde la primera infancia y a lo largo de la vida.

■ Asociación educación de adultos, educación no-formal y 'de segunda oportunidad'

La educación de adultos viene siendo pensada tradicionalmente como 'educación no-formal' y 'educación de segunda oportunidad'.

La Clasificación Internacional Normalizada de la Educación (CINE 2011) de la UNESCO contempla tanto la educación formal como la no-formal en todas las edades (no incluye el aprendizaje informal). Caracteriza a la educación de adultos como 'educación no-formal de segunda oportunidad', a pesar de que se reconoce que hay programas de 'reintegración' de jóvenes y adultos en educación primaria y en educación secundaria.

Los membretes "no-formal" y "segunda oportunidad" indican fuera de lugar y fuera de tiempo, y contribuyen a la percepción de bajo estatus del AEA. El propio término 'educación de segunda oportunidad' no tiene cabida en el marco del Aprendizaje a lo Largo de la Vida; toda persona tiene no dos sino múltiples oportunidades de educarse y aprender a lo largo de la vida.

■ Edad: gran factor de discriminación y exclusión educativa

La edad es un factor mayor de discriminación y exclusión en el campo educativo. Se ha asumido que hay cierta edad para educarse y para aprender, que la capacidad de aprender declina, incluso atrofia, con la edad. El nuevo conocimiento disponible en torno a la cognición y al envejecimiento muestra que hay mucho prejuicio e ignorancia en torno al tema, mucho que aprender y desaprender. Lo preocupante es que las propias personas adultas y la comunidad educativa asociada a este campo no cuestionan el prejuicio asociado a la edad ni reclaman la educación y el aprendizaje como un derecho.

Inclusión y educación inclusiva se han asociado fundamentalmente a discapacidad. Hoy, no obstante, inclusión se refiere a la eliminación de todo tipo de discriminación. El Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo “Inclusión y Educación: Todos Sin Excepción (UNESCO, 2020) mencionó como factores de exclusión: género, edad, lugar, origen étnico, pobreza, pertenencia a grupos indígenas, lengua, religión, migración, discapacidad, orientación sexual, encarcelamiento, creencias y actitudes. La edad apareció mencionada por primera vez como un importante factor de exclusión y las personas adultas fueron mencionadas dentro del lema “Todos sin Excepción”.

■ Pobreza: más discriminación

La persona adulta destinataria de políticas y programas de educación de adultos es generalmente una persona mayor de 15 años sin o con baja escolaridad, que no pudo estudiar o continuar sus estudios en la infancia debido a condiciones económicas y sociales adversas, y que decide continuar estudiando o aprendiendo informalmente a la edad adulta. Es una persona que quiere actualizar y profundizar sus conocimientos, o bien re-capacitarse en nuevas competencias u oficios, a fin de mejorar sus condiciones de trabajo y empleabilidad en un mundo cambiante.

Esta persona con deseo de aprender y superarse pasa a ser víctima de una doble discriminación: haber superado la edad considerada apropiada para aprender, y ser pobre. Esta doble discriminación se refleja en la discriminación del propio campo, marcado por la precariedad y la carencia en todos los ámbitos. Una oferta pobre para pobres.

Jóvenes y adultos

Los límites entre juventud y edad adulta no son claros en general y específicamente en el terreno educativo. Los jóvenes y los adultos jóvenes tienen prioridad y tienden a copar la oferta de ‘educación de adultos’, mientras que las personas adultas y de la tercera edad quedan frecuentemente relegadas.

Vemos esto claramente en el ODS4, cuya meta para la alfabetización (Meta 4.6) al año 2030 separa jóvenes (15-25 años) y adultos, y propone universalizar la alfabetización para los primeros, no para los segundos - "garantizar que todos los jóvenes y al menos una proporción sustancial de los adultos tengan competencias de lectura, escritura y aritmética" - pese a reiterarse las consignas de "todos es todos" y "que nadie se quede atrás" y pese a afirmarse que las personas de la tercera edad son uno de los grupos vulnerables a priorizar.

■ ‘Educación de adultos’ asociada históricamente a alfabetización

La educación de adultos permanece fuertememnte asociada a la alfabetización, un campo de gran inercia, con escaso avance teórico y práctico en las últimas décadas.

En la mayoría de 'países en desarrollo' las estadísticas de analfabetismo/alfabetismo siguen estableciéndose a partir de la autodeclaración de las personas, sin evaluación ni verificación de ningún tipo. Campañas y programas dejan por lo general procesos de alfabetización incompletos que no habilitan a las personas a leer y escribir con autonomía, y que se diluyen rápidamente ante la falta de uso. La alfabetización es la meta que menos ha avanzado en las últimas décadas en los sucesivos planes y agendas internacionales para la educación (por ejemplo, en el Proyecto Principal de Educación de América Latina y el Caribe 1980-2000 y en el prograna mundial de Educación para Todos 1990-2000-2015).

En 1996, en su informe ‘Prioridades y estrategias para la educación’, el Banco Mundial aconsejó a los gobiernos de los países en desarrollo no invertir en alfabetización de adultos pues era un desperdicio de recursos. Más adelante rectificó esa postura.

Si bien la educación de adultos en muchos países en desarrollo ha avanzado más allá de la alfabetización, ésta continúa siendo un campo clave, problemático y urgido de renovación.

■ ‘Educación de adultos’ entendida como atención al 'rezago educativo'

Más recientemente, en varios países han venido implementándose políticas y programas de atención al 'rezago educativo', también llamado 'escolaridad inconclusa', destinado a jóvenes y adultos que desean concluir sus estudios primarios o secundarios, en programs de aceleración, presenciales o virtuales.

Si bien esto significa un avance respecto de la tradicional oferta de alfabetización y post-alfabetización, y ofrece un servicio valorado por las personas, nuevamente el AEA queda atrapado en esta función remedial y compensatoria de 'segunda oportunidad'. (En el Ecuador, por ejemplo, dentro del Ministerio de Educación la dirección de adultos se bautizó como Dirección Nacional de Educación para Personas de Escolaridad Inconclusa). Los múltiples campos y dimensiones del AEA pasan inadvertidos: educación parental, laboral, ciudadana, ambiental, del consumidor, artística, etc.

■ Dispersión del aprendizaje y la educación de adultos

Prácticamente todos los ministerios y dependencias estatales hacen educación y capacitación de adultos - Salud, Cultura, Trabajo, Economía, Agricultura, Bienestar Social o Familiar, etc.- así como movimientos sociales, sindicatos, organizaciones comunitarias, barriales, de mujeres, campesinos, padres de familia, artistas, etc.

‘Educación’ y ‘capacitación’ se consideran mundos separados. No obstante, vistas desde el aprendizaje, están entrelazadas y son parte de un continuo.

Educación de adultos sigue asociándose al 'sector educativo' y al ministerio de educación. Los informes que los países envían al UIL-UNESCO para la elaboración de los Informes de Seguimiento del AEA son elaborados mayoritariamente en los ministerios de educación y captan solo una pequeña parte del AEA que tiene lugar en cada país.

■ La educación de adultos tiene un lugar secundario en el panorama educativo

Las entidades estatales siguen no sabiendo dónde ubicar a la educación de adultos en sus organigramas y qué nombre ponerle. A menudo aparece bautizada de educación no-formal, no-escolarizada o no-regular, es decir, denominaciones que remiten a lo que no es antes que a lo que sí es. Muchos la llaman educación alternativa o educación popular. Proliferan las siglas y el caos en las nomenclaturas, los cuales difieren dentro de los propios países así como entre países e idiomas. Son pocos los países que tienen un subsistema completo de educación de adultos (por ejemplo Cuba).

El problema de la identidad y el problema de la ubicación están estrechamente relacionados; ambos restan legitimidad, consistencia y visibilidad al campo.

Falsa disyuntiva entre educación de niños y educación de adultos

La disyuntiva niños versus adultos sigue planteándose en el mundo de la educación y sigue arrojando los mismos resultados. Si se pone a elegir entre educar a los niños o educar a las personas adultas, ganan siempre los niños. El problema es que no se puede elegir: no es posible educar a los niños sin educar a los adultos (padres, madres, abuelos, cuidadores, profesores, etc.). Hay una falta de comprensión de las inter-relacionaes entre educación de niños y educación de adultos. Justamente "el interés superior del niño" hace indispensable educar a la familia, a la comunidad, a los maestros.

La violencia contra los niños en el hogar y en la escuela exige trabajar con los adultos-padres y los adultos-profesores. Combatir la desnutrición infantil exige entre otros información y educación de madres y padres de familia y de quienes se encargan del cuidado y la provisión del agua y de los alimentos. Exigir el derecho a una educación inclusiva, equitativa y de calidad implica trabajar con la familia en la exigibilidad y concreción de ese derecho. Investigaciones y evaluaciones muestran sistemáticamente el enorme impacto que tiene la educación de los padres, y sobre todo de las madres, en los indicadores de bienestar infantil y en los aprendizajes escolares.

Educación de adultos, mundo aparte

La educación de adultos ha creado mundo aparte, desvinculado del sistema escolar. Del sistema escolar cuyas falencias reproducen el analfabetismo, el no-aprendizaje y el abandono escolar, es decir, las condiciones que alimentan esa educación de adultos remedial de 'segunda oportunidad'.

Antes que disociar, es indispensable pensar y trabajar de manera articulada la educación infantil y la educación de adultos, la alfabetización infantil y la alfabetización adulta. Combatir el analfabetismo implica trabajar a dos puntas, con los niños en la escuela y con los jóvenes y adultos que no se escolarizaron cuando niños, como parte de una sola política y estrategia de alfabetización.

Educación de adultos sin movimientos y organizaciones sociales

En muchos países la educación de adultos no concita el interés de las organizaciones que aglutinan a los trabajadores, a los campesinos, a los obreros, a los desempleados, a las trabajadoras del hogar, etc., sujetos sociales colectivos llamados a defender, exigir y ejercer plenamente su derecho a la educación y al aprendizaje a lo largo de la vida.

Tanto a nivel nacional como internacional es indispensable un esfuerzo deliberado y sostenido por involucrar a movimientos y organizaciones sociales en las instancias de dirección, coordinación y participación en el campo del AEA, en los eventos y debates en los que se perfilan diagnósticos y diseños de futuro.

■ Incomprensión del paradigma del Aprendizaje a lo Largo de la Vida (ALV)

El ALV es el nuevo paradigma para la educación en el siglo 21 propuesto por la UNESCO.

El ALV pone el aprendizaje en el centro, reconoce que el aprendizaje es un continuo desde el nacimiento hasta la muerte, que no tiene edad, que se realiza dentro y fuera del sistema educativo, en múltiples espacios y a través de múltiples vías. Aprendizaje a lo Largo de la Vida es también Aprendizaje a lo Ancho de la Vida.

El ALV es cada vez más mencionado pero sigue siendo poco comprendido. Muchos confunden educación a lo largo de la vida y aprendizaje a lo largo de la vida. Muchos creen que se refiere únicamente a adultos. Muchos, asimismo, asumen que "a lo largo de la vida" quiere decir "a lo largo del sistema educativo".

El ALV y no ha sido adoptado en los países como el nuevo paradigma para la educación y los aprendizajes en el siglo 21, y como la nueva visión y el nuevo enfoque recomendado para asumir la Agenda 2030 y el ODS4.

■ América Latina mantiene la sigla EPJA (Educación de Personas Jóvenes y Adultas)

La sigla EPJA se adoptó en esta región en los 1980s, en el marco del segundo Proyecto Principal de Educación coordinado por la oficina regional de la UNESCO. La J se agregó para destacar la creciente incorporación de los jóvenes al campo. La P se agregó a fin de evitar el masculino adultos. La sigla EPJA fue adoptada en muchos países de esta región y es generalmente irreconocible para personas e instituciones no vinculadas a la educación de adultos o vinculadas a otras formas y modalidades de educación de adultos.

Le región no ha adoptado el nombre Aprendizaje y Educación de Adultos (AEA) adoptado en 2015 por el Instituto de Aprendizaje a lo Largo de la Vida de la UNESCO (UIL-UNESCO) y a nivel mundial a partir de una Recomendación de la UNESCO. El AEA introduce cambios conceptuales y operativos que van más allá del mero cambio de nombre y sigla. Mantenerse al margen de las nuevas tendencias y nomenclaturas internacionales contribuye a aislar a esta región en este campo.

Replantear la CONFINTEA

La Conferencia Internacional de Educación de Adultos (CONFINTEA), organizada cada doce años por la UNESCO desde 1949, no está contribuyendo a visibilizar el AEA, a dinamizar el campo y a articularlo con otros campos de la educación. Al contrario, ha contribuido a su aislamiento y automarginación, y a reproducir varios de los problemas que hemos reseñado aquí.

La VII CONFINTEA (Marruecos, junio de 2022), será una oportunidad para revisar y replantear este mecanismo.

Cómo citar este artículo: Torres, Rosa María, "¿Por qué la invisibilidad del aprendizaje y la educación de adultos?", Blog OTRAƎDUCACION, Quito, 2021.


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