Mostrando entradas con la etiqueta Reino Unido. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Reino Unido. Mostrar todas las entradas

Atraer a «los mejores estudiantes» para la docencia



Todos recomiendan «atraer a los mejores estudiantes para la docencia» . Pocos se preguntan a) ¿quiénes son «los mejores estudiantes»? y b) ¿qué evidencia hay de que «los mejores estudiantes» sean «los mejores docentes»?

¿Quiénes son «los mejores estudiantes»?

Generalmente se entiende que los «los mejores estudiantes» son los que obtienen las mejores calificaciones, en exámenes y en su trayectoria escolar.

Muchos asumen que los «los mejores estudiantes»  son los más inteligentes y que obtener buenas calificaciones es indicativo de aptitudes superiores.

David Cameron, en el Reino Unido, citando entre otros a Finlandia y a Corea del Sur y a sus resultados en las pruebas PISA, afirmaba que hay que capacitar a los estudiantes «más inteligentes» para que se conviertan en profesores. Asociaba así, sin más, «mejores estudiantes» con «estudiantes más inteligentes» (Ver: The Importance of Teaching. The Schools White Paper 2010)

En el Ecuador, a partir de 2012, se decidió seleccionar a «los mejores estudiantes» en dos carreras universitarias, Medicina y Magisterio, y a partir de un único instrumento: el examen de ingreso a la universidad, ENES, implantado en 2012-2016, el cual - se dijo - medía aptitudes básicas. La trayectoria escolar y de vida del estudiante no contó para nada, solo el puntaje en el ENES. Para Medicina y Magisterio los postulantes debían obtener como mínimo 800 puntos. Como era de esperar, muchas facultades de educación no tuvieron estudiantes e incluso algunas debieron cerrar. Los estudiantes con los mejores puntajes en el ENES pasaron a integrar el llamado Grupo de Alto Rendimiento (GAR), lo que les aseguraba una serie de reconocimientos e incentivos, y becas para estudiar en el país y en el extranjero. (Ver, en este blog: Puntajes perfectos). Como explicamos más abajo, esto es muy diferente de cómo se decide y selecciona en Finlandia a «los mejores estudiantes» para la docencia.

¿Podemos afirmar que «los mejores estudiantes» son los que obtienen las mejores calificaciones, ya sea en su trayectoria escolar o en una prueba?

Yo digo que no. En todo caso, esto es insuficiente para afirmar que son «los mejores». Podemos afirmar que buen estudiante es el que se entusiasma con el aprendizaje, el que lee y disfruta de la lectura, el que piensa, el que pregunta, el que investiga, el que es capaz de aprender de manera autónoma, dentro y fuera del sistema educativo. El buen estudiante no necesariamente saca las mejores calificaciones.

¿Qué lleva a pensar que «los mejores estudiantes»"serán «los mejores docentes»?

El buen docente sigue jugándose en primer lugar en la vocación, en el gusto por aprender y por enseñar y ver que otros aprenden, en cualidades como el respeto, la empatía y hasta la simpatía, la paciencia, la humildad, la capacidad de diálogo, de observación y de escucha, la inteligencia emocional más que la inteligencia a secas, el aprecio por la lectura, por la cultura, por el arte. Qué y cómo enseñar es algo que se aprende y que depende también, sobre todo, de su propio interés, disposición y capacidad para aprender. No hay nada que lleve a asociar, mecánicamente, ser «buen estudiante» - entendido como obtener buenas calificaciones - y tener madera para convertirse en «buen educador».

Fui directora pedagógica de la Campaña Nacional de Alfabetización "Monseñor Leonidas Proaño" en el Ecuador. Recuerdo vívidamente que muchos profesores se sorprendían - y me comentaban, en mis recorridos y visitas por el país - al constatar que algunos de sus estudiantes que habían considerado «más vagos» en el colegio resultaban ser muy buenos alfabetizadores, creativos, entusiastas, comprometidos.

Pasi Sahlberg lo explica bien para el caso de Finlandia y a propósito justamente de las afirmaciones de David Cameron. (Ver: What makes Finnish teachers so special? It's not brains  - ¿Qué hace tan especiales a los profesores en Finlandia? No es el cerebro - The Guardian, 31 marzo 2015).

En Finlandia el 10% de los estudiantes que son aceptados para estudiar magisterio en la universidad no son necesariamente «los mejores estudiantes» o «los más inteligentes». 

El examen de ingreso en la Universidad de Helsinki tiene dos fases. Primero, todos los estudiantes deben tomar un examen escrito. Los que obtienen los mejores puntajes son invitados a la segunda fase, que consiste en un test de aptitudes para el ingreso a la universidad. 60% de los estudiantes elegidos lo son a partir de una combinación de los resultados del test de admisión y de los puntajes en los exámenes de cierre de la educación secundaria; 40% de los estudiantes obtuvieron un lugar en la universidad a partir solo del puntaje en el examen de admisión.

En 2014, 1.650 estudiantes tomaron el examen escrito para competir por 120 lugares disponibles en la Universidad de Helsinki. Los aplicantes tenían entre 1 y 100 puntos en los exámenes de aprobación de la secundaria. Una cuarta parte de los estudiantes aceptados en la universidad provinieron del 20% ubicado en el tope de las habilidades académicas; otra cuarta parte provino de la mitad inferior. La mitad de los estudiantes admitidos en primer año fueron estudiantes promedio en términos académicos.

La idea de que Finlandia recluta a «los mejores y a los más brillantes académicamente» para convertirse en docentes es un mito, aclara Sahlberg. En verdad, la cohorte de estudiantes admitidos representa una gran variedad desde el punto de vista del éxito académico. Y esto se lo hace de manera deliberada.
"Si los educadores de educadores en Finlandia creyeran que la calidad docente se relaciona con la habilidad académica, habrían admitido a estudiantes con desempeño superior. La Universidad de Helsinki podría elegir cada año entre los mejores estudiantes y entre "los más brillantes". Pero no lo hace. Porque sabe que el potencial docente está escondido entre personas muy diferentes. Jóvenes atletas, músicos y líderes, por ejemplo, muchas veces tienen características para ser grandes profesores sin que necesariamente tengan los mejores récords académicos. Lo que muestra Finladia es que antes que atraer a «los mejores a la docencia», es mejor diseñar la formación inicial de modo de atraer a los jóvenes con una pasión natural para enseñar.

Un gran paso sería admitir que los estudiantes académicamente mejores no son necesariamente los mejores docentes. Los sistemas educativos exitosos se preocupan más por encontrar a las personas adecuadas para convertirse en profesores de por vida".  
Licencia de Creative Commons

Este artículo está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.

LinkWithin

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...