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¿Qué es una «escuela abierta a la comunidad»?



Orquesta Escuela Juvenil de San Telmo, Buenos Aires-Argentina


Una «escuela abierta a la comunidad»
es tanto una comunidad que entra a la escuela
como una escuela que sale a la comunidad.


La comunidad que entra a la escuela

Con «escuela abierta a la comunidad» suele entenderse generalmente una escuela que abre sus puertas a la comunidad. La escuela que retira o reduce muros, alentando a la comunidad local a usar sus instalaciones y equipamientos y, en versiones más avanzadas, a participar en decisiones y actividades de la escuela, incluyendo en algunos casos actividades de enseñanza y evaluación.

La escuela amurallada, con rejas y candados reales y mentales hacia el mundo exterior da paso a una escuela más cercana al medio social y natural.

«
Abrir la escuela a la comunidad» es hoy consigna no solo desde lo administrativo, lo curricular y lo pedagógico sino también desde lo arquitectónico. La moderna arquitectura escolar busca una relación más fluida - visual y física - entre el adentro y el afuera de la escuela, y asume el encuentro escuela-comunidad como elemento central en el diseño de los espacios.

«Hacer la escuela más inclusiva» es una manera de pensarlo. O «ampliar la comunidad escolar integrando a la comunidad educativa
».

Algunos ejemplos de esta apertura de la escuela a la comunidad.

- Un ejemplo clásico es la Pedagogía Salesiana con su modelo educativo integrador en el que las familias y la comunidad local se apropian de patios y otras instalaciones para organizar competencias deportivas, fiestas y todo tipo de celebraciones.

- Un ejemplo interesante fue el Community-School Programme (Programa Comunidad-Escuela) en Granada, en el Caribe: la comunidad local haciéndose cargo de la escuela los días viernes, permitiendo así que los profesores asistan ese día al programa nacional de formación docente.

- Una experiencia masiva se dio en Venezuela durante el gobierno de Hugo Chávez, con la instauración de las Misiones Bolivarianas; los colegios abrieron sus puertas a la comunidad para acoger a miles de jóvenes y adultos interesados en aprender por las tardes y noches.

- La escuela de «tiempo integral» o de «tiempo completo», que amplía la jornada escolar - incluye el almuerzo y acoge a los alumnos en las instalaciones escolares durante ese tiempo, participando en actividades curriculares y/o extra-curriculares - se extiende en varios países y cobró renovado auge a raíz de la pandemia del COVID-19 y el confinamiento.

La escuela que se integra a la comunidad

Otra comprensión de «escuela abierta a la comunidad» se menciona menos: la escuela que sale a la comunidad, que amplía su mirada y su accionar para participar de la vida comunitaria. Muchos llaman a esto «escuela expandida». Yo prefiero pensar en términos de la transformación de la comunidad local en una «comunidad de aprendizaje» en la que participa la escuela.

Históricamente, la cultura escolar ha desarrollado barreras a la propia noción de
«aprender fuera de la escuela». Toda clase de argumentos y normas intervienen para bloquear el contacto con el mundo «extraescolar». Directivos y profesores que abren puertas y tienden puentes enfrentan innumerables dificultades y trámites.

No obstante, los ejemplos son aquí también cada vez más numerosos. Escuelas que integran al barrio como objeto de investigación y exploración, para recorrerlo y conocerlo mejor, para participar en celebraciones y actos culturales. Elaboración de dibujos y mapas, picnics de lectura, safaris fotográficos, exposiciones y ferias, visitas a bibliotecas y a lugares históricos, entrevistas, siembra de árboles, confección de afiches y pancartas, participación en campañas, etc.

- Un ejemplo de este
«salir de la escuela a la comunidad» lo tenemos en la misma experiencia de Granada comentada antes: los días viernes, los miembros de la comunidad a cargo de la escuela empezaron a desarrollar junto con los alumnos visitas organizadas a plazas, parques, fábricas, mercados.

- Sementinha, en Brasil, es
una experiencia galardonada: un jardín de infantes itinerante para el cual el barrio entero es el aula.

- La Biblioteca Popular de Bella Vista en Córdoba, Argentina, ofrece a los moradores del barrio - niños, jóvenes, adultos - de Bella Vista no solo acceso a la biblioteca sino numerosos servicios, dentro y fuera de la biblioteca, para todas las edades e intereses, entre otros: huerto, teatro comunitario, cine, gimnasia para mujeres de la tercera edad, servicio legal, talleres de video, informática, ajedrez.

Foto: El periódic
- En Valencia, España, el Centro de Innovaciones Las Naves, del Ayuntamiento, y el colegio Santiago Apóstol del barrio del Cabanyal montaron el proyecto «Del pati al barri» (Del patio al barrio). El patio del colegio, debidamente adecuado, pasó a ser un espacio de encuentro y convivencia barrial.

Están, por supuesto, las universidades abiertas a la comunidad, comprometidas con la investigación de las problemáticas locales y con la formación de cuadros capaces de asumir el desarrollo y la transformación de sus propias comunidades; y están las que alimentan el contacto con el sistema educativo local y se ocupan de formar docentes, de orientar a estudiantes, de investigar y dar seguimiento a las problemáticas educativas de la localidad. 

La «escuela abierta a la comunidad» - tanto si se trata de un jardín de infantes como de una universidad - cumple a medias su papel si el acercamiento se da en una sola vía. La verdadera apertura se juega en el movimiento de doble vía: la comunidad que entra a la escuela y la escuela que sale a la comunidad.



Un Día de Comunidad-Escuela (Granada)



Maureen St. Claire
- Grenada

La experiencia que relato aquí se realizó en Granada, la pequeña isla caribeña (poco más de 100.000 habitantes), durante el gobierno revolucionario del Movimiento Nueva Joya (New Jewel Movement, 1979-1983), liderado por Maurice Bishop, el cual concluyó abruptamente en 1983 con la invasión norteamericana.

El Programa “Un Día de Comunidad-Escuela” (Community School Day Program - CSDP), surgido como complemento del Programa Nacional de Capacitación Docente en Servicio (National In-Service Teacher Training Program - NISTEP), es una de las experiencias más inspiradoras que he conocido en torno a la intersección escuela-familia-comunidad. Lo ví funcionando, durante las dos semanas que estuve en Granada en 1983 haciendo visitas de campo como parte de un estudio comparativo entre las políticas de alfabetización de Cuba, Nicaragua y Granada, los tres procesos revolucionarios vigentes entonces en la región.

Tanto el CSDP como el NISTEP mostraban (a) la importancia de un gobierno con voluntad política para renovar la educación y facilitar a los maestros la oportunidad y el tiempo para continuar perfeccionándose; (b) la posibilidad de que la comunidad organizada colaborara con los maestros para que estos pudieran liberar tiempo y dedicarlo a su formación permanente; y (c) el potencial que existe en la comunidad para hacerse cargo responsablemente de la escuela un día por semana, asumiendo no solo una función de vigilancia y acompañamiento sino de enseñanza. Esta experiencia mostró, en suma, el potencial de la alianza escuela-comunidad y profesores-padres en la construcción de una escuela diferente y de un profesorado más calificado y comprometido. 

Al asumir el gobierno en 1979, el Movimiento Nueva Joya (MNJ) se comprometió a democratizar la educación. En 1980, declarado "Año de la Educación y la Producción”, se inició una campaña de alfabetización de adultos, una reforma curricular de la primaria, la reparación de edificios escolares, la construcción de una nueva escuela secundaria, la reducción de los costos de matrícula escolar, becas para estudios superiores y educación vocacional, y un programa nacional de capacitación docente en servicio (68% de los maestros de primaria no tenía título habilitante).
 
Una de las primeras medidas fue la realización, en 1980, de un Seminario Nacional de Maestros bajo el lema "Un nuevo maestro para una nueva sociedad". Ahí se recogieron opiniones y sugerencias de los maestros para delinear el plan de reforma educativa y su propio plan de capacitación. El NISTEP arrancó ese mismo año, previa consulta y en convenio con el sindicato docente y la Universidad de West Indies (UWI). Un día a la semana, cada viernes, los maestros asistían a capacitarse en el NISTEP.

El CSDP surgió como complemento del NISTEP. A fin de que los maestros pudieran estudiar dentro de la jornada de trabajo, sin cerrar la escuela y perjudicar el tiempo de aprendizaje de los alumnos, se solicitó la colaboración de los padres de familia y la comunidad a fin de que, un día a la semana, cada viernes, se hicieran cargo de la escuela, enseñando a los alumnos sus conocimientos y habilidades, o bien sacándoles a recorrer la comunidad o a hacer visitas de estudio.

Fue así que amas de casa, agricultores, artesanos, obreros, pescadores, comerciantes, artistas y toda clase de personas fueron respondiendo al llamado e integrándose al programa. Los viernes pasaron a convertirse en los días más esperados por los alumnos y en los más variados de la rutina escolar, incluyendo limpieza de la escuela y de la comunidad; excursiones para visitar monumentos históricos, parques, fábricas, empresas, sitios arqueológicos, oficinas del gobierno, etc.; relato de historias, lectura de cuentos, canto, baile, títeres, pintura, dibujo, deporte; enseñanza de habilidades y oficios: cocina, cestería, bordado, costura, crochet, mecánica, carpintería, cerámica, electricidad, agricultura; conferencias y visitas a la escuela por parte de miembros de la comunidad, intelectuales, funcionarios públicos, empresarios, periodistas, artistas, etc.

El CSDP se organizó como un programa descentralizado, dependiente del compromiso comunitario y de la calidad del vínculo entre la escuela y la comunidad. A nivel local, se ampliaron las tradicionales Asociaciones de Padres y Maestros, las cuales pasaron a convertirse en Consejos Escolares Comunitarios. A nivel intermedio, el programa funcionó a través de Coordinadores de Zona encargados de ayudar a las comunidades con la planificación de las actividades, la logística y el apoyo material necesario. Un comité interministerial (educación, salud, y desarrollo social) tuvo a su cargo la coordinación del programa.

El éxito y los resultados del programa variaron mucho de un lugar a otro. En la buena o mala marcha del programa incidieron sobre todo la actitud del director o directora y la capacidad organizativa del comité coordinador en cada comunidad. En general, el CSDP fue mejor recibido en las zonas rurales que en las urbanas. Las familias rurales se mostraron más dispuestas a donar su tiempo a los maestros y los alumnos, con mayor espíritu de voluntariado y solidaridad. El programa funcionó mejor en las escuelas con directores abiertos y creativos, con buena relación con las familias, que lograron entender la participación comunitaria no como una amenaza a su autoridad o a la calidad de la escuela sino, al contrario, como un signo de vitalidad escolar y como un boquete hacia un nuevo tipo de relación, mutuamente beneficiosa, entre escuela y comunidad.

Gracias al CSDP los alumnos desarrollaron interés y entusiasmo por diversos oficios y habilidades. En varias escuelas se produjeron juguetes y artesanías que empezaron a comercializarse a través de la Empresa Granadina de Artesanías (GRENCRAFT) y se presentaron en exhibiciones nacionales e internacionales. En algunas escuelas prosperaron asimismo huertos escolares hechos por los alumnos con ayuda de la comunidad.

En su corta vida el CSDP mostró que es posible plasmar algunas viejas utopías de las pedagogías progresistas: valorar el trabajo manual tanto por parte de los alumnos como de los maestros, introducir a los alumnos en el mundo del trabajo y prepararles para la participación comunitaria, vincular escuela y comunidad de un modo significativo, crear otro tipo de lazos entre niños y adultos y entre hijos y padres, y, a través de todo eso, dinamizar el currículo, la pedagogía y las relaciones dentro de la escuela.

Aunque inicialmente concebido como una manera de mantener ocupados a los alumnos mientras sus maestros se capacitaban, el CSDP pasó a ser un ejemplo productivo e inspirador de la integración entre saber popular y saber escolar, estudio y trabajo, trabajo intelectual y trabajo manual, escuela y comunidad, formación docente y solidaridad comunitaria, profesores y padres de familia, padres e hijos.


* Incluido en inglés en: Rosa María Torres, The Learning of those who teach: towards a new paradigm of teacher education (dossier), UNICEF New York - UNESCO Paris, 1996.
* Incluido en español en: Rosa María Torres, Itinerarios por la educación latinoamericana: Cuaderno de viajes, Paidós, Buenos Aires-Barcelona-México, 2000. Prólogo de Fabricio Caivano.

Para saber más
» Granada (Wikipedia) https://es.wikipedia.org/wiki/Granada_(pa%C3%ADs)
» Government of Grenada https://gov.gd/

» People's Revolutionary Government (Grenada) - Wikipedia
https://en.wikipedia.org/wiki/People%27s_Revolutionary_Government_(Grenada)
» The Grenada Revolution Online: Bishop Speech: Education is Production Too!, 15 October 1981 https://www.thegrenadarevolutiononline.com/bisheducationproduction.html
» González-U., Adelso, La revolución de Granada, Nueva Sociedad, No. 58, enero-febrero 1982, pp.81-92. www.nuso.org

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